¿Quieres ahorrar, pero nunca sabes por dónde empezar? Desde Mutualidad Caminos queremos ayudarte mostrándote tres tipos de ahorro que pueden servirte como punto de partida.
Si no sabes por dónde empezar a la hora de plantearte ahorrar, lo primero que tienes que hacer es elegir qué tipo de ahorro quieres conseguir. ¡Apunta! Puede ser ahorro a corto plazo, a medio o a largo plazo. Te explicamos cada tipo a continuación.
Ahorro a corto plazo
Hablamos de ahorro a corto plazo cuando te mueves en un periodo de tiempo igual o inferior a un año. Aquí incluirás el dinero previsto para, por ejemplo, unas vacaciones, la compra de un coche o un electrodoméstico, etc. También el llamado “colchón de seguridad”, o lo que es lo mismo, un fondo para imprevistos, ya que podrían alterar el logro de tu meta.
La impulsividad es la peor enemiga del ahorro, también en el corto plazo. Este tipo de ahorro es perfecto para tener control sobre tus objetivos más inmediatos, aunque precisamente por su inmediatez pierdas perspectiva global. Por eso, es recomendable que elabores un presupuesto detallado de gastos e ingresos al mes y establecer una escala de prioridades. Esto te permitirá tener control sobre los movimientos de tu cuenta y una visión clara del estado de cada uno de tus objetivos.
Ahorro a través de objetivos a medio plazo
Se considera ahorro a medio plazo el que se planifica para un periodo comprendido entre uno y cinco años. Por tanto, requiere una mayor planificación y, en eso, saber tu objetivo con claridad te ayudará a conseguir tus metas. ¿Ahorras de cara a comprar un nuevo hogar? ¿Emprender tu nuevo negocio?
Una vez tengas esto claro, es el momento de realizarte las siguientes preguntas para realizar un mapa de ahorro que tenga en cuenta también tu ahorro a corto plazo:
¿Cuánto tiempo voy a necesitar para conseguirlo?
¿Cuánto puedo separar mes a mes?
¿Qué gastos son indispensables y cuáles superfluos?
¿Necesito aumentar mi rentabilidad?
Ahorro a largo plazo
En el ahorro a largo plazo estarán incluidos todos aquellos objetivos que te plantees en un plazo superior a cinco años. A la hora de ahorrar a largo plazo, debes tener muy en cuenta la inflación. Por ejemplo, solo hay que pensar qué podías comprar con 10 euros cuando esta moneda se introdujo en la Unión Europea en 1999 y compararlo con la actualidad. Por tanto, en el ahorro a largo plazo también debes incluir la rentabilidad en la ecuación.
Escoge un producto donde invertir el capital. En Mutualidad Caminos puedes encontrar múltiples opciones que te permiten ahorrar de cara a tu jubilación como las rentas vitalicias. De esta forma, inviertes en tu futuro y en tu tranquilidad.
Ahora que tienes claro los tres planos en los que se mueve el ahorro, ¿por dónde vas a comenzar?