Hoy, 17 de agosto, el calor es casi insoportable en muchos puntos de España. También en la costa levantina, donde el termómetro registra temperaturas cercanas a los 40 grados.
Resulta difícil imaginar que un día como hoy pudiera caer una de las mayores lluvias registradas en esta zona, ¿verdad? Pues ha ocurrido en varias ocasiones, pero la primera fue hace más de 6 siglos. Concretamente en el año 1358.
La inundación fue causada por una gran crecida del río después de varios días de fuertes lluvias y una sequía previa prolongada. La avenida del río Turia fue de tal magnitud que destruyó todos los puentes y murallas de Valencia. La ciudad sufrió una gran catástrofe y casi 400 personas perdieron la vida. Es la primera gran riada que ha sido documentada en la historia de Valencia.
La Valencia de 1358 era una ciudad de 40.000 habitantes que le disputaba a Barcelona la capitalidad demográfica, cultural y económica de la Corona de Aragón. Estaba inmersa en la obra defensiva más importante de su historia medieval: el nuevo perímetro amurallado que tenía que defenderla de las incursiones castellanas en la guerra de los Dos Pedros. Pero la muralla, que habría podido actuar como muro de contención de la riada, se hundió en su tramo norte a causa de la precariedad de su construcción (paredes de tapia). Pasados los efectos de la riada, los jurados de la ciudad resolverían reconstruir los tramos afectados con piedra.
Aquella fue la primera gran riada valenciana documentada, pero no la última. El 27 de septiembre de 1517 (un siglo y medio más tarde) se producía una segunda gran riada que, como la primera, fue precedida de un episodio continuado de lluvias. Aunque las fuentes documentales (en el segundo caso) mencionan que fueron cuarenta días ininterrumpidos de lluvia, todo hace pensar que aquellos episodios eran producto de un periodo largo de calor intenso interrumpido repentinamente por una entrada de aire frío, lo que conocemos como la ‘gota fría’.
La ciudad de Valencia se ha ido recuperando lentamente de estas inundaciones, pero a raíz de la última, en 1957, el antiguo cauce del río Turia fue reconvertido en un jardín y parque público que se extiende por toda la ciudad.