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La prejubilación es uno de los recursos más utilizados ante la extensión de la edad de jubilación, que en 2027 alcanzará los 67 años, y las situaciones de crisis y reestructuración de las empresas.

Es una fórmula que permite al trabajador retirarse anticipadamente, manteniendo un nivel similar de ingresos al que tenía cuando trabajaba. Además, no perjudica al trabajador en cuanto a su futura jubilación, ya que se continúan realizando los aportes a la Seguridad Social.

A qué edad me puedo prejubilar

La prejubilación en España por lo general se empieza a negociar con las empresas a los 55 años. Es decir, que con esta edad puedes empezar a plantearte terminar tu vida laboral. Aunque esto no significa que cualquiera pueda prejubilarse con 55 años, ya que hay una serie de requisitos que se deben cumplir.

Como norma general deben ocurrir algunos supuestos, como que tu empresa tenga que hacer un recorte de plantilla y se lo proponga a quienes llevan mucho tiempo trabajando en ella y han cumplido los 55 años.

En el caso de tener una discapacidad reconocida y haber trabajado al menos 15 años cotizando a la Seguridad Social, también es posible prejubilarse a los 56 años. La discapacidad debe ser del 45% o más, y si llega al 65% se puede solicitar la prejubilación a los 52 años, en función de los años que se hayan trabajado con dicha discapacidad.

La prejubilación en España

Con el objetivo de reducir el número de prejubilaciones y acercar la edad efectiva a la legal, el gobierno propone reducir hasta un 8% del importe a percibir por cada año que se adelante la jubilación.

Otra de las medidas es incentivar a quienes retrasen la jubilación más allá de la edad legal, aumentando la cuantía de la pensión que se percibiría una vez que se acabe la vida laboral.

Por otro lado, la posibilidad de prejubilarse esté limitada a quienes lleven muchos años cotizando de forma continua, y no usarlo como un método de regulación de empleo por determinadas causas.

En todo caso, se recomienda disponer de algún plan de ahorro para la jubilación, como una forma de complementar las pensiones públicas, sobre todo en aquellas situaciones en las que al jubilarse la cuantía es bastante inferior a la del salario que se percibía estando en activo.

Requisitos para prejubilarse

Haber cotizado por lo menos 35 años durante su vida laboral y tener cumplidos los 64. En 2028 este umbral se fija en los 38 años.

  • Que la pensión mínima que correspondería al cumplir los 65 sea inferior a la que resulta del cálculo de la prejubilación tras aplicar las reducciones.
  • En el caso de que se trata de una prejubilación no voluntaria, se establece haber cumplido los 62, haber cotizado durante al menos 33 años y ser trabajador por cuenta ajena. Puede prejubilarse 4 años antes de la edad legal según sea la profesión que se ha desarrollado.

En cualquier caso, es importante asumir que la prejubilación supone una cuantía menor de la pensión, y por tanto puede ser necesario tener un plan alternativo.

Cuantía de la prejubilación

El porcentaje del salario a pagar por la empresa, en base al acuerdo de prejubilación, puede estar entre el 60 y 80% de lo que cobraba estando en actividad. Mientras tanto, las cotizaciones a la Seguridad Social corren por cuenta del empleador, ya sea en forma directa o mediante su pago al trabajador para que éste realice el depósito.

Legalmente por el despido corresponde una indemnización de 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 meses de salario. Puede abonarse en forma mensual para mantener el ingreso hasta que llegue el momento de la jubilación.

Además, se abonará como complemento de la prestación por desempleo. Agotada esta prestación, cuyo tiempo de cobro depende de los períodos cotizados por el trabajador en los 6 años inmediatos anteriores a la situación de desempleo, se puede solicitar el subsidio por desempleo, durante 6 meses prorrogables hasta 18. Y posteriormente, el subsidio para mayores de 52 años, que cobran los trabajadores en paro.

El contrato de prejubilación puede incluir conceptos adicionales, como aportes a planes de pensiones o seguros de retiro. La cuantía definitiva estará dada por las mejores condiciones que se puedan obtener al realizar el acuerdo de prejubilación con la empresa, pero debe permitirle mantener su nivel económico al momento del cese.