¿Alguna vez te has parado a pensar si estás administrando bien tu dinero? Esto, que a priori parece obvio, se desatiende o se desconoce en muchas ocasiones. Es fundamental saber para qué sirven las finanzas personales porque, el dinero, de una manera u otra, afecta a la vida de las personas, las familias y las organizaciones.
Pero ¿qué son exactamente las finanzas personales? ¿Qué significa este concepto? Explicado de una manera sencilla, se refiere a la gestión que cada persona o familia hace de sus bienes y su dinero, así como al ahorro y la inversión. Simplificándolo más, se trata de la contabilidad doméstica.
En concreto, las finanzas personales abarcan cuatro aspectos clave:
- Ingresos: los recursos o entradas obtenidos de los salarios o de las rentas por el alquiler de una casa o de una plaza de garaje, entre otros.
- Gastos: los pagos o salidas por actividades como la compra de alimentos, la factura de la luz y el agua, o los seguros médicos.
- Activos: los bienes de larga duración, como la casa, el coche o unos terrenos.
- Pasivos: las deudas, ya sea con un banco o con un familiar o amigo.
En definitiva, el concepto de finanzas personales no significa otra cosa que tomar buenas decisiones financieras a lo largo de la vida para aprovechar al máximo el patrimonio individual o familiar.
Saber para qué sirven las finanzas personales es clave
La importancia de que las personas o las familias gestionen y administren bien su dinero se puede explicar a través de esta lista de objetivos de las finanzas personales:
- Acumular liquidez. El buen manejo de la economía doméstica permite contar siempre con el dinero suficiente para cubrir los gastos cotidianos, como la compra de todo tipo de bienes y servicios.
- Estar protegido. Las finanzas personales garantizan, además, lo que se conoce como colchón, es decir un fondo de seguridad ante riesgos o imprevistos que pueden surgir a lo largo de la vida.
- Invertir en activos de larga duración. Permiten reunir los recursos suficientes para valorar invertir en activos caros, pero que mejoran la calidad de vida. Por ejemplo, comprar una casa, emprender o estudiar una carrera universitaria.
Asegurar la jubilación. Fomentan el ahorro para poder vivir bien cuando la persona deje de trabajar. - Dejar una herencia. Llegado el momento del fallecimiento, los herederos (personas físicas o jurídicas), pueden contar con los recursos que ha ido acumulando la persona a lo largo de su vida.
En definitiva, saber para qué sirven las finanzas personales no debe ser un asunto menor en la economía doméstica porque una buena o mala gestión de las mismas influye, directamente, en el nivel de vida personal o familiar.