Entre 1743 y 1746 se terminó de construir la presa de Mezalocha (Zaragoza), una presa arco-gravedad de mampostería de unos 23 metros de altura sobre cimientos, y unos 58 m de longitud de coronación.
Esta presa se rompió el 20 de junio de 1766 a causa de una avenida. La rotura se debió, fundamentalmente, a un fenómeno conocido como ‘sifonamiento’. La presa no se cimentó sobre la roca, sino que su zona central se apoyó en el cauce del río directamente sobre las gravas y arenas del aluvial.
Además de esta deficiente cimentación, el talud del paramento de aguas abajo era muy vertical, lo que la hacía excesivamente esbelta y no permitía su estabilidad frente al deslizamiento.
Según los pocos datos que existen al respecto, la rotura de Mezalocha afectó a todo el valle del Huerva hasta su desembocadura en el río Ebro en Zaragoza. Al pasar por el municipio de Muel causó graves daños en la ermita Nuestra Señora de la Fuente, cimentada sobre la presa romana de Muel, con una inundación de 1,80 metros de altura. Por suerte, no constan víctimas.
Francisco de Goya
La anécdota llega en el año 1770, cuando el municipio de Muel acordó reparar la ermita de Nuestra Señora de la Fuente después de los daños causados. Para decorar las cuatro pechinas de la nueva capilla contrató a Francisco de Goya y Lucientes. El artista realizó un conjunto de dibujos preparatorios y láminas de cobre para grabados en aguafuerte, cuyo motivo es la presa de Mezalocha.
Actualidad
La presa de Mezalocha se terminó de reconstruir en 1903, llegando hasta nuestros días con una altura desde cimientos de 32 metros y almacenando un volumen de agua de casi 4 millones de m³.
Por fortuna, hoy contamos con nuevas herramientas que nos ayudan a conocer el comportamiento de una presa. Las nuevas infraestructuras están dotadas de sensores que nos muestran en tiempo real sus valores y que nos avisan de comportamientos anómalos o patologías. De esta forma podemos adelantar a situaciones futuras de riesgo y reducirlas o eliminarlas. En este sentido, el fallo de Mezcalocha sería muy difícil de repetir en nuestros días.
