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El optimismo es una forma de ver la vida. Es una fortaleza interior que nos ayuda a superar los momentos más complicados. El profesor de la Universidad de Standforf, Ron Gutman, asegura que “una sonrisa puede generar el mismo nivel de estimulación que 2.000 barritas de chocolate”. Ya es decir. Lo difícil es conseguir la sonrisa real, no la fingida. La que no solo implica los músculos y la boca, sino también los ojos.

Teniendo claros los beneficios que los estudios de médicos y científicos han confirmado, plantear la realidad de una manera optimista es algo que hay que trabajar si no sale de uno mismo.

Pequeños gestos como sonreír permiten liberar endorfinas, serotonina y otros analgésicos naturales que contribuyen al bienestar general. Mirar al futuro y soñar, imaginarse haciendo algo que haga sentir bien, feliz y plantearse cómo se puede hacer que ocurra, antes o después, cuando se pueda pero que ocurra. Pero hay más herramientas que se pueden utilizar y que según los psicólogos pueden funcionar para ir enfrentando la vida diaria de una forma más positiva:

  1. Mantén una dieta equilibrada. Sí, la alimentación es esencial para sentirnos bien con nosotros mismos. Los seres humanos somos química y en ese equilibrio interno del propio cuerpo la alimentación tiene un papel vital.
  2. Descansa y duerme. Las horas de sueño hay que valorarlas como lo que son, una necesidad para cuidar la salud.
  3. Disfruta de un tiempo de ocio. No todo pueden ser obligaciones, hay que buscar momentos relajantes que mantengan el equilibrio. Un rato de tiempo libre, de disfrutar, de relax, de hacer justo lo que te apetece hacer, es básico.
  4. Deporte o actividad física. Debes buscar también momentos para el ejercicio. Ello va a hacer que el cuerpo genere hormonas de la felicidad y, al mismo tiempo, que la fuerza y la agilidad te hagan ver el día a día más llevadero desde un punto de vista más optimista y con una salud mejor que si no lo practicaras.
  5. Sé amable con los demás y contigo. Pónselo fácil a quienes te rodean, ayuda en lo que puedas porque ahí vas a aprender la importancia que tienes para los demás, cómo te ven las personas que viven a tu alrededor y no solo cómo te ves tú.