Clemente Sáenz Ridruejo (3 de mayo de 1928 – 1 de marzo de 2006) fue un destacado ingeniero, investigador e historiador español nacido en Soria. Su padre, Clemente Sáenz García, era también ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, y académico numerario de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Clemente Sáenz, el hijo, graduado en Ingeniería de Caminos por la Escuela Especial de Madrid y licenciado en Ciencias Geológicas, desempeñó una carrera destacada en el ámbito docente y técnico. Fue catedrático de Geología Aplicada a las Obras Públicas en la Universidad Politécnica de Madrid durante cuarenta años, desde 1958 hasta 1998; profesor emérito desde 1999 y ad honorem desde 2004.
Además, ocupó cargos importantes como: Ingeniero de la Diputación de Guipúzcoa, de la Jefatura de Obras Públicas de Soria, asesor y director del Grupo de Geología de Auxini e Initec, subdirector general del MOPU, director del Servicio Geológico de Obras Públicas y consejero de Obras Públicas y Urbanismo. También destacó por su participación en numerosas obras públicas en España, construidas entre los años 1958 y 2000, incluyendo presas, saltos hidroeléctricos, líneas ferroviarias de alta velocidad y túneles.
Sáenz Ridruejo trabajó como asesor geológico para centrales nucleares, térmicas y subterráneas, como las de Aldeadávila, y también en estudios integrales de zonas regables, proyectos de canales de regadío y de abastecimiento de agua. Además, formó parte de informes sísmicos, hidrogeológicos, puentes, fábricas de cemento y proyectos de autopistas, como la del Llobregat.
En su faceta más histórica se involucró mucho en la investigación, particularmente en temas relacionados con Castilla y León y, en especial, con Soria. Sus estudios sobre fortificaciones, la Mesta y la frontera hispanomusulmana fueron fundamentales para la historiografía de la región.
A lo largo de su vida, recibió numerosos reconocimientos y honores por su destacada contribución a la ingeniería, la geología y la historia. Fue presidente de la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, vicepresidente del Colegio y miembro de otras academias y asociaciones. En 2004, fue galardonado con el “Premio Nacional de Ingeniería Civil” por su trayectoria ejemplar.
Tras su fallecimiento, se le rindieron diversos homenajes en instituciones académicas y culturales, y su legado perdura con el Premio “Clemente Sáenz” que creó la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos para premiar cada año al mejor profesor. También el Laboratorio de Geología de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid lleva su nombre. Clemente Sáenz Ridruejo dejó una huella imborrable en la ingeniería, la geología y la historia de España, siendo recordado como un visionario y un referente en su campo.