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Tal día como hoy, en el año 1905, comenzó la perforación del conocido Túnel del Simplón, en los Alpes.

Para conocer el origen de esta obra de la ingeniería hay que ir mucho más atrás, hasta el año 1880. Fue entonces cuando se inició el proyecto de construcción de este gran túnel ubicado bajo los Alpes. El motivo era la unión de la ciudad de Brig, en Suiza, con el pueblo de Iselle en Italia.

La obra fue de tal envergadura que más de 4.000 trabajadores se dedicaron solo a las labores de perforación en la parte suiza y casi 10.000 estuvieron en el lado italiano. El trabajo fue muy duro, ya que las temperaturas alcanzaban en el interior del túnel los 45 grados y muchas veces las galerías se inundaban por las aguas de los manantiales que se iban encontrando. Según los datos oficiales, 67 personas perdieron la vida durante su construcción.

No sería hasta el 30 de mayo de 1906 cuando se inauguró este túnel en presencia del rey Víctor Manuel III de Italia.

Durante mucho tiempo ha sido el túnel ferroviario más largo del mundo con sus 19.803 metros de longitud. Dentro de él, su punto más alto alcanza los 704,98 metros.

En el año 1912 se inició la perforación del segundo túnel paralelo al inicial para facilitar la línea de ida y vuelta Simplón-Orient-Express que conectaba París con Estambul. Este era un poco más largo que el primero, llegando a alcanzar los 19.823 metros y entre los dos túneles se hicieron galerías de acceso cada 200 metros.

En la actualidad más de 100 trenes diarios recorren sus vías cruzando la que se considera la puerta de Europa hacia el Mediterráneo.