Skip to main content

La ciudad de Cuenca fue declarada Patrimonio de la Humanidad por el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO el 6 de diciembre de 1996.  

Allí podemos encontrar las Casas Colgadas, la Catedral de Santa María y San Julián, la Ciudad Encantada y también el Puente de San Pablo.  

Este emblemático puente es una de las pequeñas grandes maravillas más impresionantes de España. Se eleva sobre el río Huécar y es mucho más que una simple conexión entre dos partes de la ciudad. 

A mediados del siglo XVI fue edificado en piedra con el objetivo de comunicar el Convento San Pablo (actual Parador) con la ciudad. Con los años fue deteriorándose y tuvo que ser demolido a finales del siglo XIX.  

Actualmente, el puente es de hierro. Sus obras comenzaron en 1902 de la mano del ingeniero de caminos José María Fuster y Tomás, y erigido por George H. Bartle. Finalmente se inauguró el 19 de abril de 1903. 

El puente de San Pablo tiene 106 metros de longitud, 30 metros de altura en su punto más alejado del suelo e hicieron falta más de 67.000 kilos de hierro para levantarlo. 

Dicha construcción en hierro a principios del siglo XX representa un hito en la ingeniería de la época, y su diseño sigue siendo admirado por su elegancia y ligereza. A lo largo de los años, el Puente de San Pablo ha resistido el paso del tiempo y se han llevado a cabo algunas restauraciones para preservar su esplendor original. 

Cada año, miles de turistas y lugareños cruzan este puente, maravillados por su diseño, sus vistas y su importancia histórica. 

El Puente de San Pablo no solo es un lugar de tránsito, sino también un escenario de eventos culturales y celebraciones que enriquecen la vida de la ciudad. Desde conciertos al aire libre hasta festivales de arte, este icónico puente se convierte en el corazón vibrante de la ciudad.  

Además de su lado cultural, su ubicación estratégica ofrece un lugar incomparable para observar los paisajes cambiantes de Cuenca en todas las estaciones. Cada momento del día ofrece una nueva perspectiva del Puente de San Pablo y su entorno, invitando a reflexionar sobre la belleza efímera de la vida. 

Hace unos meses, Jorge Bernabéu, profesor de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid, publicó un hilo de Twitter (ahora “X”) que tuvo gran repercusión. En él se describe cómo durante la construcción del actual puente metálico, se diseñaron unas “barras anti-viento” a consecuencia del derrumbe del puente durante su reconstrucción a causa de unos vientos huracanados en la ciudad. Se recomienda la lectura de dicho hilo que se puede encontrar aquí: https://x.com/Jorge_Bernabeu/status/1614685233449955328