Tras la publicación de la Instrucción de Carreteras de 1939, el Plan General de Obras Públicas de 1940 («Plan Peña») recoge dentro de su «Plan de Caminos», un apartado específico dedicado a la «Sistematización de la Red Española de Caminos». Este sistema es, con pocas diferencias, el que sigue vigente a día de hoy.
Es destacable la mención expresa que se hace en el Plan a la preferencia de la palabra “camino” respecto a “carretera”, por resultar castiza y muy acorde con los nombres empleados en los Servicios oficiales, e inclusive con el título de los técnicos que los construyen y atienden (en referencia directa a los Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos).
Hasta la publicación de este Plan, la red española estaba clasificada en carreteras de primero, segundo y tercer orden, ampliada con las carreteras provinciales y caminos vecinales.
La Sistematización de la Red de 1940 reclasifica los itinerarios en tres tipos de caminos: nacionales, comarcales y locales, que quedan definidos de la siguiente manera.
- Caminos nacionales: han de tender a que queden enlazadas entre sí todas las capitales de provincia, poblaciones similares en importancia, puertos de gran tráfico y los centros vitales de la Nación, en forma que en su conjunto pasen a constituir las grandes arterias de circulación de la Nación.
- Caminos comarcales: han de obedecer a la finalidad de subdividir de la manera más equitativa posible y por los sitios de orografía más indicada las mallas formadas por los caminos nacionales, procurando reunir sus itinerarios, conectados en su entrada y salida con la red constituida por éstos y por sí mismos, el mayor número posible de cabezas de partido judicial, pueblos similares y lugares de relativa importancia.
- Caminos locales: han de quedar constituidos por todos los demás caminos conservados por la Administración.
Atendiendo a esta propuesta, la red primordial (conjunto de los caminos nacionales y comarcales) de 1940 queda así definida:
- 60 caminos nacionales que suman 19.830 km (19.273 km construidos y 557 km por construir).
- 294 caminos comarcales que suman 23.795 km (22.134 km construidos y 1.661 km por construir).
Una vez definidos los tipos de caminos, se propone una nomenclatura inequívoca para cada uno de ellos, para lo que se propone la numeración decimal, encuadrada en un sistema de coordenadas polares y precediendo la numeración por las letras N (Nacional), C (Comarcal) o L (Local). De esta forma, cada camino queda denominado por una letra seguida de tres cifras.
Se divide la Península en seis sectores delimitados por los seis caminos más importantes (también denominados caminos fundamentales y que, excepcionalmente, se distinguirán con un sólo número romano del I al VI), que son:
- N-I Madrid a Irún
- N-II Madrid a Francia por Barcelona
- N-III Madrid a Valencia
- N-IV Madrid a Cádiz por Sevilla
- N-V Madrid a Portugal por Badajoz
- N-VI Madrid a La Coruña
La primera cifra de los caminos comprendidos en el sector definido por la N-I y la N-II será el “1” y así sucesivamente en sentido horario hasta el “6”. Más allá de la Península, se asigna el “7” al archipiélago de Baleares, el “8” al de Canarias y el “9” a las posesiones de África.
La segunda cifra corresponde a la distancia a Madrid según coronas circulares de 100 km en la Península y, para el caso de cada isla o posesión, el número que las defina.
Siendo definida la parte genérica de la denominación de cada camino por la primera y segunda cifra, la tercera cifra se reserva como parte específica que ha de ser impar si es un camino radial o par si es de circunvalación. Esta tercera cifra define de forma unívoca a cada camino.
¿Conocías este sistema? Si no, ahora ya sabes por qué las carreteras españolas se denominan así y te será más fácil orientarte.
Si quieres saber más, puedes descargarte la «Sistematización de la Red Española de Caminos» en este enlace del Ministerio (la encontrarás entre las páginas 113 y 120):
https://www.mitma.es/LIBROS_ESCANEADOS_WEB/3635-I_1940_Plan_General_Obras_Publicas_I_Caminos.pdf