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A todos nos preocupa llegar al futuro con la mayor seguridad económica posible. Y una de las mejores maneras de lograrlo es trabajar en una planificación financiera que nos permita mantener nuestra calidad de vida en los años venideros. Hoy, en Mutualidad Caminos, hablamos de cómo ponerla en marcha.

 
¿Qué es la planificación financiera? 

Aunque pueda parecer que la planificación financiera pertenece al ámbito empresarial, la verdad es que, a una escala más pequeña y personal, todos en algún momento vamos a necesitar tener más control sobre lo que ingresamos y gastamos para sentirnos más seguros.

O para cumplir con determinados objetivos vitales como la compra de una casa, costear los estudios universitarios de los hijos o, llegado el caso, llegar a la jubilación manteniendo en lo posible nuestra calidad de vida y capacidad adquisitiva.

¿Por dónde empezar? 

La planificación financiera es un proceso continuo y en revisión constante que va a empezar en el presente, pero cuyo foco está puesto en el futuro. Por ello:

  • Establece los objetivos generales de tu plan financiero. Por ejemplo, aumentar tus ingresos, disminuir tus deudas o ahorrar más dinero.
  • Define también los objetivos específicos. En este caso podrían estar relacionados con la reducción de gastos mensuales o con el establecimiento de un plan de ahorro en el corto / medio plazo. Bien para cancelar otras deudas, bien para poder adquirir algún bien a futuro.

¿Cuál es tu situación patrimonial?

Antes de acometer una planificación financiera tu futuro, es importante que revises y conozcas al milímetro tu situación patrimonial. En el caso de que tengas activos, pasivos o ambas cosas, deberás hacer un inventario con todo aquello que posees.

  • Tus activos:
    Pueden ser saldos de cuentas bancarias, depósitos, fondos, bonos, acciones, bienes inmobiliarios, vehículos, joyas y otros activos. Para poder evaluar y cuantificar al milímetro tu situación patrimonial, será muy importante que las estimaciones las hagas teniendo en cuenta el valor / precio actual de todos esos bienes.
  • Tus pasivos:
    Que estarán compuestos, básicamente, por tus deudas. La más comunes, asociadas a hipotecas, préstamos personales, préstamos bancarios, saldo de tarjetas de crédito y, también, otras pequeñas deudas que hayamos contraído con familiares y amigos.

Una vez tengas claros cuáles son tus activos y tus pasivos, el resultante será tu patrimonio. Y sobre este podrás empezar a construir tu plan financiero a futuro.

Diseña tu plan de acción y decide qué estrategia quieres adoptar en tu planificación financiera:

En este sentido, puedes optar por dos de las más conocidas: 

  • Aumentar tu capacidad de ahorro mensual.
  • Invertir lo que ahorras. 

Como hemos comentado alguna vez en el blog de Mutualidad Caminos, hay numerosas formas de elaborar cada mes un presupuesto que se ajuste a tu estilo de vida y te permita ir acumulando un pequeño fondo de ahorro sobre el que seguir construyendo tu plan financiero futuro. Recuerda, además, para no desmotivarte, que los objetivos que te marques deben ser asumibles y realistas. Y que el resultado de tu esfuerzo tardará algún tiempo en materializarse. En este sentido, el compromiso y la constancia resultarán claves a la hora de tener éxito con tu planificación financiera.