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La arquitectura de la antigua Grecia es un testimonio impresionante de la habilidad y la creatividad humana. Inspirada por los períodos Egeo, Arcaico, Clásico y Helenístico, la arquitectura griega se caracteriza por su énfasis en la proporcionalidad, la simetría y la artesanía exquisita. A través de los siglos, los griegos construyeron templos, teatros y otras estructuras monumentales que reflejan su cultura y valores.  

La cultura Egea: el inicio de todo 

Las primeras civilizaciones alrededor del mar Egeo, como los minoicos y los micénicos, marcaron el comienzo de la arquitectura griega. Utilizando los recursos naturales, estas civilizaciones construyeron asentamientos fortificados y tierras agrícolas. La estructura minoica más reconocida es el Palacio de Knossos, con su disposición alrededor de un gran patio rectangular, múltiples niveles, corredores y escaleras. Tras un terremoto, Knossos fue reconstruido con un diseño aún más complejo. 

Los micénicos, por su parte, son famosos por la Ciudadela de Micenas, una construcción defensiva impresionante. La entrada a la ciudadela se realizaba a través de la icónica Puerta de los Leones, seguida de pasillos estrechos y portales con dromos, destacando su habilidad en la construcción de arcos triangulares y murallas de piedra. 

Periodo Arcaico: el periodo arcaico (800-500 a.C.) fue una época de expansión y consolidación para la arquitectura griega. Durante este tiempo, los griegos comenzaron a construir templos y otros edificios públicos utilizando pórticos cubiertos, techos inclinados y columnas de piedra. Este periodo es especialmente conocido por el desarrollo de los tres órdenes arquitectónicos: dórico, jónico y corintio. 

Dórico: caracterizado por su simplicidad y robustez, sin base y con capiteles simples. 

Jónico: más elegante, con columnas delgadas y capiteles decorados con volutas en espiral. 

Corintio: el más elaborado, con capiteles adornados con hojas de acanto. 

Estos órdenes no solo definieron la estética de la arquitectura griega, sino que también influyeron en la arquitectura occidental durante siglos. 

Periodo Clásico: el periodo clásico (480-323 a.C.) es considerado la edad de oro de la arquitectura griega. Durante esta época, se construyeron algunos de los edificios más emblemáticos, como los situados en la Acrópolis de Atenas. El Partenón es quizás el ejemplo más famoso, que combina elementos dóricos y jónicos en su diseño.   

Periodo Helenístico: el periodo helenístico (323-31 a.C.) trajo consigo una arquitectura más grandiosa y decorativa. Las columnas corintias se volvieron predominantes, y los arquitectos comenzaron a centrarse más en la construcción de teatros y espacios exteriores. Los stoas, pasillos con columnas que creaban espacios abiertos y protegidos, se volvieron populares. 

El Teatro de Epidauro es un excelente ejemplo de la arquitectura helenística, destaca por su diseño simétrico y su acústica perfecta, que permitía a los espectadores escuchar claramente desde cualquier lugar del teatro. 

Templos icónicos de la arquitectura griega: 

La antigua Grecia nos ha dejado un legado impresionante de templos y santuarios, muchos de los cuales todavía pueden ser visitados hoy en día: 

– El Partenón (Atenas): dedicado a la diosa Atenea, es un ejemplo icónico del orden dórico con influencias jónicas. 

– Templo de Hefesto (Atenas): uno de los templos dóricos mejor conservados. 

– Erecteion (Atenas): famoso por sus Cariátides, columnas con forma de mujeres. 

– Templo de Apolo (Delfos): centro de oráculos y profecías. 

– Templo de Zeus (Olimpia): uno de los mayores templos griegos, dedicado al dios supremo. 

– Templo de Hera (Olimpia): uno de los templos más antiguos y mejor conservados. 

 ¿Qué te parece la arquitectura de Grecia? Sin duda, sus obras maestras siguen siendo una fuente de inspiración y admiración en todo el mundo.